Por: M. Cecilia Celso 

 

Este texto va dirigido a las mujeres que desempeñan sus tareas en el hogar como ayuda idónea, afrontando la maternidad, el rol de esposa y profecional, y que también trabajan fuera de la casa. Este es uno de los temas más comunes de la cotidianidad que afrontamos las mujeres: la falta de tiempo para la lectura y el estudio de la Palabra de Dios.

En el rol de madre, donde cabe destacar las horas dedicadas a nuestros hijos, los quehaceres domésticos y la administración del hogar, todo esto lleva tiempo. A la escasez de tiempo se le suma el cansancio, dependiendo de nuestra salud, que puede ser anímico y/o físico. Muchas de nosotras transitamos el posparto, la lactancia y noches acumuladas sin poder descansar a gusto.

Atender a nuestros esposos, alimentar la relación, hablar de cómo estuvo su jornada y mantener un vínculo en el cual podamos fortalecernos el uno al otro con fluidez.

¿Cuál es la manera o la herramienta que puedo utilizar para que sea provechoso el momento de lectura y estudio de la Biblia? En estos tiempos, la tecnología nos ofrece varias alternativas: una de ellas es tener descargada en nuestros dispositivos la Biblia audible, que nos permite seguir realizando nuestras tareas y escuchar la Palabra de Dios al mismo tiempo. Otra alternativa es escucharla mientras caminamos como actividad física, usando auriculares.

Otra manera que será de gran edificación es compartir la lectura con nuestros hijos en el horario de la merienda o descanso. Y, por último y más importante, buscar un día puntual del fin de semana para leer y estudiar en familia.

​

Es nuestra responsabilidad como padres dedicarles tiempo a nuestros hijos en la enseñanza y lectura de la Palabra de Dios. Hagamos de nuestro tiempo un culto racional a Dios, de nuestro hogar un lugar de adoración y de nuestras vidas una carta abierta hacia aquellas personas que aún no conocen a Cristo, para que seamos testimonios y, por medio de Él, hallen salvación.

​

¡No te rindas! Tu papel como madre, esposa y mujer es invaluable. Aunque parezca que no tienes tiempo, cada momento que dediques a la lectura y estudio de la Biblia será multiplicado por Dios.

Recuerda que:

- Tu fe es tu fortaleza.
- Tu familia te necesita espiritualmente fuerte.
- Tu comunión con Dios es la base de todo.
- Cada pequeño paso cuenta.
- No estás sola, hay otras mujeres que también enfrentan este desafío.

​

Ánimo, ¡tú puedes!

- Confía en Dios para que te dé sabiduría y fuerza.
- Busca apoyo en tu comunidad de fe.
- Sé paciente contigo misma.
- Recuerda que la perfección no es el objetivo, sino la intimidad con Dios.
 

 

¡Eres una mujer valiosa y capaz! Tu esfuerzo por crecer espiritualmente es un regalo para ti y tu familia."

Algunas versículos bíblicos que pueden inspirarte:

- "No te preocupes por nada, sino en todo, con oración y ruego, presenta tus peticiones a Dios".  Filipenses 4:6  
- "La mujer virtuosa es corona de su marido".  Proverbios 12:4
- "No temeré, porque tú estás conmigo".  Salmo 23:4

​

​

Que estas palabras y versículos bíblicos sean un bálsamo para tu alma y un recordatorio de tu valor y propósito.