La mujer de la Biblia
Nahúm
Autor: J. Vernon McGee J. Vernon McGee
Dios utilizó un lenguaje muy duro al describir a Nínive. Llamó a esta ciudad una ramera, y dijo que Él va a mostrar a todas las naciones la vergüenza y la inmundicia, y lo vil de esa gran civilización, y hacer que todo el mundo pudiera observar eso. Era el fin de ese gran Imperio Asirio.
Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada; ¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores? [Nah. 3:7]
Dios está preguntando aquí: “¿Dónde voy a encontrar alguien que lamente, que muestre dolor por lo sucedido a esta ciudad?” Nadie se iba a compadecer de ella. Nadie iba a llorar allí. No habría ninguna clase de persona que fuera a velar los restos, por así decirlo. Esto por cierto es algo muy triste. En cierta ocasión, fui llamado por una casa mortuoria para que fuera a llevar a cabo un servicio funeral, porque habían llevado allí el cuerpo de un hombre que no tenía familiares. Este hombre era un creyente que recientemente había ido a vivir a esa zona. Su esposa había fallecido un tiempo antes, y él había estado enfermo por mucho tiempo. De modo que, la gente en realidad se había olvidado de él. Cuando falleció, la gente ni siquiera reconocía su nombre. Cuando yo fui para llevar a cabo el servicio funeral, no había allí nadie. Ninguna persona se había acercado. Era una de esas cosas tristes que podía ocurrir. Entonces, yo llamé a todas las personas que trabajaban en la casa funeraria, para que por lo menos ellos estuvieran presentes en el servicio. Se reunieron todos los que estaban allí trabajando en ese momento, quizá unos doce de ellos, y yo presenté un mensaje de esperanza para un creyente, y el Evangelio, allí mismo sobre los restos de este hombre, donde pude decir que “Jesucristo había muerto por nuestros pecados y que había resucitado para nuestra justificación”. Pero es algo muy triste tener un funeral como éste, donde no haya nadie que se presente. Pues, bien, Dios está diciendo aquí que no iba a haber nadie que fuera al funeral de Nínive. En realidad, todo el mundo se iba a regocijar en aquel día, que fue exactamente lo que ocurrió. Dios había derribado a esa gran ciudad. Cuando Dios dijo esto, ¿quién lo hubiera creído, a no ser que creyera en Dios? Uno tenía que aceptarlo por fe. Pero sucedió así, tal cual Dios lo dijo que iba a suceder.
¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro? [Nah. 3:8]
¿Eres tú mejor que Tebas? Ésta era la gran capital del alto Egipto. Los libros del Dr. Charles Feinberg sobre los profetas menores son excelentes. En su libro Jonah, Micah, and Nahum [Jonás, Miqueas y Nahum], describe la ciudad de Tebas. Deseo mencionarlo porque es algo excelente, y no conozco a nadie que llegue a superar esta explicación.
“Tebas era la ciudad capital de los faraones para las dinastías décimo octava hasta la vigésima. Tenía una arquitectura tal, que los griegos y los romanos la admiraban. Los griegos la llamaban “Dióspolis” porque era la anti-parte egipcia de Júpiter que se adoraba en ese lugar. Estaba ubicada en ambos lados del Río Nilo. En la ribera este, se encontraban los famosos templos de Karnak y Luzor. El primer poeta griego, Homero, habló de ese lugar como que tenía cien grandes arcos o puertas. Sus ruinas cubren un área de unos 73 kilómetros cuadrados. Allí se rendía culto al dios egipcio de Amón, quien es representado en algunas reliquias egipcias, como una figura con cuerpo humano, y cabeza de carnero. El juicio de esta ciudad impía e idólatra fue predicho por Jeremías 46:25, y en Ezequiel 30:14-16. No-Amón o Tebas estaba ubicada en una buena posición entre los canales del Nilo con el Río Nilo mismo actuando como protección. El Nilo parece ser un océano cuando desborda sus riberas una vez por año. Nínive podía contemplar su propia suerte en lo que sucedió con Tebas, porque no era mejor que esa poderosa capital egipcia”.
Dios le había dado a Nínive esta ciudad de Tebas como ejemplo para el Imperio Asirio, porque ellos habían sido los que habían destruido a Tebas. Tebas fue una gran ciudad que parecía inexpugnable, que nadie la podía tomar. Pero los asirios sí la tomaron, y fueron ellos quienes la destruyeron. Ahora, esto debería haber sido un ejemplo para ellos, porque aún entonces, Dios había juzgado a Tebas, y Él ahora está justificando el hecho de que Él también juzgará a Asiria. El gobierno de Dios actúa entre los gobiernos del hombre en este mundo. Y Dios está actuando ahora.
¿Eres tú mejor que Tebas que estaba asentada junto al Nilo? El Río Nilo se desbordaba en la temporada de las lluvias, y parecía como si fuera un océano, allí. … que estaba asentada junto al Nilo, rodeada de aguas, cuyo baluarte era el mar, y aguas por muro? Esta ciudad había sido construida de tal forma, que no se inundaba durante la época cuando se desbordaba el río. En vez de eso, el agua proveía una protección natural para la ciudad.
Etiopía era su fortaleza, también Egipto, y eso sin límite; Fut y Libia fueron sus ayudadores. [Nah. 3:9]
Éstos eran los aliados de Tebas y estaban ubicados alrededor de ella. La ciudad de Tebas, la capital del Imperio Egipcio en una ocasión nunca pensaba que podía caer porque tenía el desierto de ambos lados, el Río Nilo le servía de protección, y tenía aliados en el norte y en el sur. ¿Cómo podía algún enemigo entrar y atacarle? Pero, los asirios lo hicieron. Los asirios mismos pensaban que ellos también se encontraban en una posición donde nadie les podía atacar en aquella época. En el día de hoy, tenemos suficientes armas atómicas y otras clases de armas muy sofisticadas, y pensamos que podemos defendernos. Pero, cuando Dios dice que llegó la hora, entonces la nación cae. La mejor defensa de un país no se encuentra en las armas. La mejor defensa para cualquier país es regresar a Dios, y reconocerle en el gobierno. A veces la persona que está encabezando el gobierno, o las personas que tienen altos cargos, parecen ser cristianas, o por lo menos actúan de esa manera cuando están en público; pero en privado tienen un lenguaje que es verdaderamente censurable. Eso es actuar de manera muy hipócrita. ¿Piensa usted que Dios va a dejarnos sin castigo? ¿Somos acaso algo especial nosotros? No creo que lo seamos. Nuestra mejor defensa son los hombres de carácter, y si no son creyentes, por lo menos podrían abrazar la gran moralidad que la Palabra de Dios abraza. Pero en el día de hoy, ocurre todo lo contrario, se desprecia y se contradice la Palabra de Dios; y Dios no puede bendecir a una nación que haga eso, y no creo que llegue a hacerlo.
Sin embargo ella fue llevada en cautiverio; también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles, y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos. [Nah. 3:10]
Eso fue lo que Asiria, lo que Nínive había hecho contra Tebas, y ahora les está sucediendo a ellos, lo que ellos habían hecho a sus enemigos. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. (Gá. 6:7)
Tú también serás embriagada, y serás encerrada; tú también buscarás refugio a causa del enemigo. [Nah. 3:11]
Los asirios tratarán de buscar valor en la bebida, pero eso no les va a ayudar para nada.
Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer. [Nah. 3:12]
Yo antes tenía una higuera en mi patio. Cuando las higueras estaban maduras, todo lo que yo tenía que hacer era sacudir las ramas y los higos caían. Eso es lo que Nahum está diciendo a Nínive: Que las defensas que ellos tenían eran como esto. Que en el momento en que se acercara el enemigo, pasaría sobre ellos como si no estuvieran allí.
He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos. [Nah. 3:13]
Creo que se indica aquí que los hombres se estaban comportando como las mujeres. Los hombres eran muy femeninos, digamos. O esto también podría significar que las mujeres eran las que estaban ocupando las posiciones de autoridad en la ciudad. No creo, honestamente hablando, que Dios esté de parte del movimiento de liberación de la mujer. Todavía mantengo yo que la posición de la mujer es en el hogar. Creo que la iglesia está cometiendo un error cuando utiliza a las mujeres en tantos cargos en la iglesia misma. El primer lugar para la mujer no es el de enseñar una clase de la escuela dominical; su responsabilidad es criar a su propia familia. Ése es su primer lugar. Cuando las mujeres son sacadas de sus hogares para hacer la obra de la iglesia, y cualquier otra clase de trabajo, y a no ser que ella esté obligada a trabajar para poder vivir, porque su esposo ha fallecido o porque él no puede trabajar, no creo que cualquier otra cosa sea justificada. Bueno, sé que habrá reacciones de algunas personas, habiendo dicho yo esto. Pero lo estoy diciendo porque creo que ésa es la señal de decaimiento y desintegración de la civilización, cuando ocurren cosas así.
Provéete de agua para el asedio, refuerza tus fortalezas; entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno. [Nah. 3:14]
Ellos iban a comenzar a trabajar a toda prisa en los últimos momentos. Iban a tratar de hacer ladrillos para su fortaleza, e iban a calentar el agua, y se subían a la muralla y llevaban un gran balde con agua hirviendo, y desde allá arriba de la muralla, vaciaban esa agua caliente sobre los que estaban tratando de escalar la muralla. Cuando el enemigo recibía sobre sí un baño de agua caliente, pues, por supuesto que no podía atacar más, sino que caía a tierra.
Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón; multiplícate como langosta, multiplícate como el langostón. [Nah. 3:15]
Nahum profetiza que ellos tratarán de traer refuerzos, pero eso no les iba a ayudar para nada.
Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; la langosta hizo presa, y voló. [Nah. 3:16]
Cada año ellos multiplicaban el producto nacional, porque eran mercaderes o negociantes muy grandes. Pero eso todo iba a acabarse.
Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están. [Nah. 3:17]
Cuando llegara la oportunidad, los líderes podrían escapar, por lo menos por un tiempo.
Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte. [Nah. 3:18]
El liderazgo de la nación se había desintegrado a tal punto que ya no podían tratar de guiar a esa nación.
Permítame expresar algo ahora, y quiero que usted me entienda bien, porque no estoy hablando de política. No estoy hablando de ningún partido político, por cierto. Creo que una de las grandes evidencias de la desintegración y deterioro de una nación, es la falta de liderazgo a nivel nacional, así como también a nivel provincial, a nivel municipal, y aun a nivel de comunidades pequeñas. Existe una gran falta de verdadero liderazgo en todos los niveles. Ocupan esos lugares aquéllos que pueden expresarse muy bien, con fluidez, aquéllos que pueden prometer mucho, y por supuesto, el hombre rico también. Algunos presidentes del pasado, ni siquiera podrían llegar a la presidencia hoy, porque no tenían el dinero suficiente para hacerlo. Dios está diciendo que esto es lo que ha provocado la caída de Asiria, entre otras cosas que ya se ha mencionado.
Usted puede aplicar esto a su propia nación. Lo que Dios dijo en este capítulo tercero, es algo que sucedió tal cual lo dijo con Asiria, y ha sido cumplido así. Pero ¿estamos nosotros escuchando a Dios? Lamentablemente, no, amigo. Nadie está prestando ninguna clase de atención, por lo menos entre aquéllos que están guiando los destinos de una nación. Esta gran tragedia de nuestra hora es que nos estamos apartando de Dios, estamos rechazando al Señor Jesucristo, al Príncipe de Paz, al Salvador del mundo.
Escuche ahora, las palabras finales de Dios a Nínive en este libro de Nahum. Él presenta esto con palabras terminantes y dogmáticas. Esto se puede considerar como algo que le da escalofrío a uno. Es algo aterrador:
No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad? [Nah. 3:19]
Los asirios habían pecado, y pecado, y pecado, y ésa era la forma de vivir que tenían. Cuando la gente quiere señalar a Dios y decir, o pensar que Él está equivocado, y que permite el mal, y que Dios no hace nada en cuanto al mal, Dios dice que Él sí hace algo en cuanto a esto. Usted puede observar a su alrededor que suceden muchas injusticias, y por cierto, que se ven demasiadas. Pero, Dios está haciendo algo en todo esto. Dios es justo. Era un Dios de amor, aún cuando destruía a la ciudad de Nínive, y la barría de la faz de la tierra. Ese pueblo desapareció completamente, y Dios, asumió toda la responsabilidad por su castigo.